Aunque no es el punto exterior más cercano al centro de la Tierra, la fosa de las Marianas es el lugar más parecido a las profundidades del infierno en el que hemos estado. ¿Qué puede habitar ahí abajo?
El punto más profundo registrado de esta sima está situado a más de 11.000 metros. Y el ser humano ha llegado casi hasta el final, ¡en tres ocasiones! Esto es lo que hemos aprendido de esta enorme y casi insondable fosa.
Más de mil atmósferas, apenas cuatro grados y una oscuridad total: si esto no se parece al averno más dantesco que podamos imaginar, nada lo hará. Y, aun así, hasta aquí encontramos vida. Al este de las islas Marianas, en Filipinas, se encuentra esta sima con forma de media luna.
Esta fosa ostenta el punto más profundo de la Tierra, aunque no el más cercano a su centro por la irregularidad de nuestro geoide. En concreto, con 11.034 metros bajo la superficie. Es tan hondo que, si pusiéramos el monte Everest en su interior, todavía le faltarían otros 2.000 metros para poder acercarse a la superficie.
¿Qué o quién vive en lo más profundo del océano?
James Cameron describía su inmersión como un viaje a la más inmensa soledad. Pero no es cierto. Si bien pocos seres son capaces de sobrevivir a unas condiciones tan sumamente extremas, lo cierto es que los hay. En 2011 se descubrió que el fondo del abismo alojaba xenofióforos. Estos seres pueden parecer esponjas de mar u otros animales, a primera vista.
Pero, en realidad, son microorganismo organizados en "pseudoestructuras", es decir, formas con cierta organización que aparentan ser más complejas de lo que son. Estos seres están altamente especializados para vivir en condiciones imposibles. Son tremendamente delicados y no ha habido ni una sola recolección que no haya acabado con su vida. Por el momento, parece imposible estudiarlos "in vivo" de manera cómoda.
A ocho kilómetros bajo el mar
En septiembre del año 2018, en la fosa de Perú-Chile, se encontraron las especies de peces más profundos halladas hasta la fecha. Estos animales tienen un tejido "gelatinoso" característico, poco consistente y que "se derrite" cuando la presión y la temperatura no son las de la fosa marina que habitan.
Aunque esto pertenece a otras fosas, lo cierto es que bien nos valdría para ilustrar algunas de las sorprendentes especies que pueden aparecer en lo profundo de las Marianas. No obstante, al contrario que en otras simas marinas, esta parece espectacularmente solitaria.
Tal y como contó Cameron, y confirmó Vescovo, al contrario que en otras inmersiones profundas, en la fosa de las marianas no se aprecian bioturbaciones. Estas consisten en modificaciones del terreno por parte de animales, como pudieran ser gusanos u holoturias. Sobre los 7.000 u 8.000 metros, en esta fosa, lo más grande son anfípodos, unos pequeños crustáceos parecidos a las gambas.
Probablemente, a estas profundidades lleguen algunas especies de cefalópodos, especialmente algunos calamares denominados gigantes, aunque no lo sabemos con seguridad, pues las condiciones aquí son extremas. Si seguimos subiendo, poco a poco, el desierto baldío se va habitando de diversos seres, a cual más extraño. Desde cnidarios (medusas e hidras) brillantes, a peces ciegos y dentudos, pasando por calamares lechón, crustáceos de patas alargadas y extravagantes pepinos de mar..
Muy interesante
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